Por la autora invitada, Nicola Smith
Prólogo de Julie Ross, directora de desarrollo de negocios internacionales de Sedgwick:
Bienvenido a la última edición de Spotlight. Spotlight es nuestra forma de compartir ideas y perspectivas de nuestros socios estratégicos -abogados, aseguradoras, gestores de riesgos y expertos en comunicación de crisis de todos los sectores- sobre cuestiones de seguridad de los productos que pueden influir en la visión de una empresa sobre los incidentes en el mercado y la gestión de crisis.
En esta edición, nos acompaña Nicola Smith, directora de Squire Patton Boggs, que comparte con nosotros sus reflexiones y puntos de vista sobre los cambios legislativos que afectan a la seguridad alimentaria, el etiquetado y la salud de los consumidores.
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Mientras que en el pasado la seguridad alimentaria se centraba en riesgos de larga data, como los materiales extraños o la contaminación bacteriana, los gobiernos y los organismos reguladores se centran cada vez más en abordar problemas de salud humana de mayor envergadura, como la obesidad. Las empresas deben ser conscientes no sólo del posible impacto operativo de este enfoque de la legislación sobre seguridad alimentaria basado en la salud, sino también del impacto sobre la marca y la reputación. A fin de cuentas, la percepción del consumidor puede cambiar como resultado de la mayor información sobre ingredientes y datos nutricionales exigida en la UE y el Reino Unido.
Ley de Natasha
La "Ley de Natasha" entró oficialmente en vigor en el Reino Unido el 1 de octubre de 2021. La ley introduce modificaciones en la normativa sobre información alimentaria, que ahora exige que los alimentos "preenvasados para la venta directa" se etiqueten con una lista de ingredientes, en la que se indique claramente en la etiqueta cualquier alérgeno específico utilizado en la fabricación o preparación del producto. Con muchas empresas luchando contra el Brexit y el COVID, es posible que algunas no se hayan preparado adecuadamente para ello. De hecho, los informes de prensa indican bajos niveles de cumplimiento hasta la fecha. Incluso sin el pleno cumplimiento, el cambio está dando lugar a una mayor atención al etiquetado de alérgenos en diversos sectores de la industria alimentaria. Esto incluye el etiquetado de precaución, o "puede contener", que no se ve afectado por la Ley de Natasha. Es probable que esta mayor atención se traduzca en una creciente presión sobre los proveedores para que proporcionen información precisa sobre ingredientes y alérgenos a sus clientes en las ventas entre empresas, incluso en circunstancias en las que se produzcan cambios en las recetas o sustituciones de ingredientes debido a problemas en la cadena de suministro.
Doble directiva de calidad
En la UE se están proponiendo otras normas sobre etiquetado. La directiva europea sobre "doble calidad" pretende incluir en una lista negra los productos alimenticios que se comercializan en distintos países con la misma presentación, pero con una composición o características "significativamente diferentes". Hay algunas excepciones, por ejemplo, cuando la composición debe ser diferente para cumplir los requisitos legales locales. Las leyes de pureza de la cerveza en Alemania son un ejemplo. Los Estados miembros tenían hasta noviembre de 2021 para publicar sus medidas de cumplimiento de la directiva, y hasta el 28 de mayo de 2022 para aplicarlas. En ese momento, los Estados miembros podrán imponer multas u otras sanciones, en función de las leyes locales, a las empresas por una comercialización considerada "práctica comercial engañosa".
Estrategia Alimentaria Nacional
En el Reino Unido, la segunda parte de la Estrategia Alimentaria Nacional sigue centrándose en medidas destinadas a hacer frente a la crisis de obesidad, con propuestas que van desde la imposición de impuestos sobre el azúcar y la sal hasta la obligación de que las grandes empresas informen sobre la composición de los alimentos que venden. El etiquetado de calorías será obligatorio para las grandes empresas de hostelería (250 o más empleados) en el Reino Unido a partir de abril de 2022. Entre otras cosas, las empresas tendrán que indicar el contenido energético en "kcal" y el tamaño de la porción a la que se refiere el contenido energético junto al precio. En determinadas circunstancias, también deberá incluirse una declaración que demuestre que los adultos necesitan unas 2.000 calorías al día.
Norma europea de etiquetado frontal
Es posible que a finales de 2022 haya un sistema uniforme de etiquetado nutricional en la parte frontal del envase en toda la UE. Actualmente se utilizan numerosos sistemas en la parte frontal del envase, y aún está por ver si habrá un compromiso o un "acuerdo mutuo" para utilizar el Nutri-Score, el Nutrinform, el Keyhole escandinavo o el sistema de semáforo múltiple del Reino Unido.
Los informes de prensa de principios de 2021 indicaban que el marco de etiquetado con más probabilidades de obtener el visto bueno de la Comisión sería el Nutri-Score codificado por colores, desarrollado y respaldado por Francia. Sin embargo, también se ha informado de que Italia prohibiría los productos con la Nutri-Score francesa (la Nutri-Score convierte el valor nutricional de los productos en un código formado por cinco letras, de la A a la E, cada una con su propio color, pero se considera que penaliza algunos de los productos básicos de la dieta mediterránea). En cualquier caso, no está claro quién controlaría el correcto etiquetado Nutri-Score fuera de Francia.
Ejecución
Cuando se trata de seguridad alimentaria, los organismos reguladores y los tribunales no temen emprender acciones coercitivas en 2021, ni imponer multas significativas. En un caso, un minorista británico fue multado con 7,5 millones de libras por vender alimentos caducados. Las pruebas periciales de que los alimentos eran seguros fueron declaradas inadmisibles por el Tribunal Superior de Inglaterra a raíz de una solicitud de revisión judicial presentada por el minorista. En otro caso, un distribuidor de alimentos frescos y congelados fue multado con casi 800.000 libras en relación con un incidente de seguridad en el que un trabajador quedó atrapado por una máquina mezcladora. A partir de 2022, las empresas deben esperar más multas y de mayor cuantía por infracciones contra la seguridad alimentaria y la salud y seguridad en el trabajo.
Los nuevos ámbitos legislativos mencionados anteriormente serán un área que habrá que vigilar para posibles acciones de aplicación.
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Sobre nuestro autor invitado
Nicola Smith asesora en todos los aspectos de la legislación sobre alimentos y bebidas, incluidas las normas sobre información y alérgenos, etiquetado, seguridad de alimentos y piensos, higiene, reclamaciones, obligaciones de notificación, retirada de productos y todos los aspectos de investigaciones penales, procesamientos y otros procedimientos relacionados con la legislación sobre alimentos y bebidas y asuntos de responsabilidad por productos defectuosos.
Nicola Smith está especializada en el cumplimiento de la normativa. Su experiencia abarca la legislación sobre alimentos y piensos, así como el cumplimiento, la seguridad y la retirada de productos en general. Como parte del grupo de medio ambiente, seguridad y salud de Squire Patton Boggs, cuenta con conocimientos y experiencia específicos en el sector de la alimentación y las bebidas, gracias a su trabajo para clientes durante muchos años, en servicios que incluyen la fabricación de alimentos, la elaboración de cerveza, la distribución, la venta al por menor y la hostelería.
Nicola realiza con frecuencia presentaciones y cursos de formación sobre temas de actualidad relacionados con la legislación alimentaria para clientes y otras personas, como los miembros de la Federación de Alimentos y Bebidas. Ha realizado dos presentaciones ante representantes de la Agencia China para el Control de Alimentos y Medicamentos que visitaban el Reino Unido para comprender la aplicación de las leyes sobre medicamentos y alimentos y bebidas; y ha escrito para la edición sobre alimentos de la publicación de la American Bar Association (ABA) sobre retiradas de productos debido a errores de etiquetado.
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